25 08 2007

Desde los momentos previos a la primera ducha matinal hasta la apariencia para una gala nocturna, un novedoso sitio web se propone mostrar las transformaciones que sufrimos durante la jornada।


Si el premio Nobel italiano Luigi Pirandello fue el primero en notar que el hombre es «uno, ninguno y cien mil», según quién lo mire, este sitio web probablemente sea pionero en notar que lo mismo sucede con el pasar de las horas del día con sólo mirarnos al espejo।El primer ejemplo es el de una niña de unos 10 años, quien convierte sus pelos enmarañados en unas trenzas simétricas al final del día, no sin antes pasar por diferentes peinados que mantienen intacta su expresión।Otro de los ejemplos parece dejar claro que el paso del tiempo hace más necesaria la intervención de la industria cosmética, gracias a la cual una mujer de unos 60 años se convierte en una sofisticada dama de coctel a la noche, aunque a la mañana su rostro pareciera salido de las páginas del más tétrico film de terror.Una joven de cerca de 25 años completa este cuadro del «antes y después», aunque poco ayudada por una expresión un tanto sombría, decidió cambiar su día facialmente desafortunado con unos lentes de sol, que terminaron escondiendo unas ojeras un poco difíciles de manejar.

Bueno, es increíble lo que realiza internet.
Nota: Esta noticia fue sacada de aquí sépanlo. (no kiero lios, je).